La trazabilidad alimentaria —seguir el rastro de un alimento en todas sus etapas— pasó de ser una exigencia para la industria alimentaria, a ser una demanda de los consumidores de hoy. El cliente quiere saber de dónde provienen sus alimentos y si las empresas cumplen lo que prometen, en un momento en que la seguridad alimentaria, la salud pública y el cambio climático son lo más importante.
Y no es para menos, los últimos acontecimientos reflejados en Medios nos hacen reflexionar sobre la misma. La seguridad alimentaria en España vuelve a estar en alerta tras un nuevo fraude alimentario: se inmovilizaron 29 mil piezas de jamones con falsos precintos de ser ibéricos y por presentar irregularidades en los registros sanitarios.
Los agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) detectaron graves deficiencias en la trazabilidad, la cual impedía acreditar su origen legal. Los implicados, pertenecientes a siete empresas están siendo investigados por estafa y falsedad documental contra la salud pública y los consumidores, según reportó el periódico El Español (El Español, 2022).
Tras un año de investigación, ese mismo organismo de La Guardia Civil, desarticuló el pasado 18 de enero un supuesto entramado delictivo presuntamente dedicado a facilitar pasaportes equinos de forma fraudulenta, los cuales permitían el ingreso de los animales a la cadena alimentaria sin conocer su trazabilidad de origen.
Según el ente investigador, el veterinario implicado en el caso habría utilizado su acceso a los soportes informáticos correspondientes para expedir los pasaportes con la firma de otro veterinario que nunca llegó a inspeccionar a los equinos (Cope, 2022).
Ante estos hechos, en la industria alimentaria cada vez cobra más importancia certificar el origen y procedencia de las materias primas, así como cumplir con todos los estándares sanitarios y de control y calidad. De esta manera las empresas del sector tienen una oportunidad para diferenciarse y aportar valor a los clientes.
Importancia de la trazabilidad alimentaria en un mundo covid
Los informes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria han dictaminado que no existen evidencias de que el COVID-19 se transmita a través de los alimentos (AENOR, 2022).
Sin embargo, se hace necesario garantizar la inocuidad alimentaria —garantía de que los alimentos no causen daño al consumidor— para aquellas enfermedades que sí se transmiten por esta vía. En ese sentido, de acuerdo con AENOR, toman fuerza certificaciones enmarcadas dentro del GFSI (Global Food Safety Initiative) o la Iniciativa Global de Seguridad Alimentaria.
La pandemia ha dado para todo. La trazabilidad alimentaria es tan importante que, el método que usan las PCR para diagnosticar el virus a través de material genético, ahora está siendo utilizado para rastrear el origen de productos del mar. Así lo está haciendo el centro tecnológico AZTI, en el País Vasco, para detectar la procedencia geográfica de los mejillones. Con esto pretende prevenir el fraude comercial y garantizar la seguridad del consumidor final.
Blockchain: la tecnología que las industrias prefieren para su cadena de suministro
Las malas noticias en la industria alimentaria estigmatizan un sector y a las empresas comprometidas con las buenas prácticas y la legalidad. Con la aceleración digital son muchas las tecnologías que se están incorporando para enfrentar los nuevos retos en calidad, seguridad, prevención y transparencia.
La tecnología blockchain definida como una gran aliada de la cadena de suministro es una de ellas. Cada vez son más las empresas que usan esta tecnología para garantizar el origen y procedencia de sus materias primas, como lo es el caso de éxito de trazabilidad Blockchain Sabores Sierra de Madrid, empresa de embutidos cárnicos.
Según un reciente informe de PwC , el seguimiento y la localización de productos será uno de los principales usos en los próximos 10 años (PricewaterhouseCooper, 2020). A propósito, el uso de trazabilidad y procedencia en blockchain en España tendrá un impacto económico de 600 millones de dólares en 2021 y se espera que genere beneficios por 24.300 millones de dólares para 2030 (Observatorio Blockchain,2020). Razón por la cual la mayoría de las empresas (53%) están priorizando sus estrategias de Blockchain en las cadenas de suministro.
Cómo se aplica la tecnología Blockchain a la trazabilidad alimentaria
La Blockchain o cadena de bloques es, en pocas palabras, una base descentralizada y compartida que permite registrar y verificar transacciones en una red de nodos (computadoras) a través del consenso.
En los nodos queda traza de toda la información introducida, protegida criptográficamente. Cada nodo guarda una copia de los datos y estos no se pueden modificar.
La tecnología Blockchain es el nuevo paradigma que puede garantizar la trazabilidad de un producto, desde el origen hasta el cliente final, con plena confianza y seguridad a prtir de la lectura mediante codigos Bidi de la etiqueta del producto.
La trazabilidad Blockchain lo que hace es permitir la conexión de todos los actores involucrados en la cadena de suministro (productores, distribuidores y consumidores), posibilitando el flujo de información. Finalmente son los productos, dotados de identidad, los que portan los datos.
Con esta nueva tecnología una empresa puede poner a disposición del cliente final la información que considere para certificar sus procesos. Así, cuando el consumidor está en el supermercado puede acceder al historial de su producto a través del escaneo de un Código QR en su teléfono. Este le aportará información relacionada como: lugar de origen, fecha de recolección, peso del producto, composición, fechas de caducidad. También podrá ver detalles del transporte: temperatura, tiempo en tránsito, refrigeración, paso por aduana, tiempo de almacenamiento. O certificaciones de alta calidad, tratamiento, sostenibilidad y sellos ecológicos.
Aquí puedes saber más sobre: Etiquetas con Código QR
Ventajas para la propuesta de valor y el consumidor final
La trazabilidad Blockchain y la autenticación de los alimentos permite verificar la correspondencia entre un alimento y su etiquetado. Así mismo puede garantizar que la información no ha sido modificada. En este caso se reducen las posibles acciones fraudulentas, como falsificaciones o suplantación de identidad, puesto que la Blockchain es la que actúa como tercero de confianza. Una trazabilidad con plena seguridad y confianza, se traduce en seguridad alimentaria para el consumidor final.
Al contrario de lo que se puede pensar, en el sector alimentario, compartir información, mejora e impulsa la propuesta de valor. Para un cliente que desea transparencia de los procesos y hacer un consumo responsable, tener acceso a la información de un alimento desde que está en la granja hasta que llega a la mesa, es definitivamente una ventaja, y un motivador para elegir entre un producto y otro.
En esa medida la tecnología Blockchain aplicada a la trazabilidad alimentaria puede ir mucho más allá. Se puede usar como estrategia de marketing desde diferentes aspectos: bien sea para incorporar datos relacionados con las necesidades y preferencias de los clientes, para mejorar la reputación de la empresa o fidelizar a los clientes existentes.
Finalmente la introducción del Blockchain posibilita una cadena alimentaria 4.0, la cual consiste en una cadena interconectada que facilita una auditoría inteligente, la toma preventiva de decisiones, una propuesta de valor diferenciadora y enfocada a la satisfacción del consumidor.
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