La digitalización abarca ya todas las áreas de nuestra sociedad. No entiende de géneros ni de barreras geográficas y si algo ha aportado y seguirá aportando en los años venideros es la democratización en el acceso a las oportunidades. Aun así, la participación de la mujer en la industria digital sigue siendo minoritaria, pero hay buenas perspectivas.
La Comisión Europea estima que la paridad en la industria digital permitiría elevar el PIB de la Unión Europea en unos 9.000 millones de euros anuales. En la actualidad, según los análisis de la OCDE, sólo uno de cada tres graduados en ingeniería es mujer y aproximadamente uno de cada cinco graduados en informática son mujeres. En España, según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, sólo uno de cada cuatro estudiantes de ingeniería es mujer.
A pesar de ello a día de hoy nos encontramos con que a la cabeza de empresas tan relevantes del sector como Google, Facebook, Microsoft, HP o IBM y por supuesto Signeblock, están lideradas en España por mujeres. Un gran avance sin duda, aunque todas coinciden en recordar que aún queda un largo camino por delante porque como señala un estudio del Instituto de Empresa; el 70% de los puestos tecnológicos están ocupados por hombres.
¿Cuál es el problema?
Claramente el problema está en la educación. Hay que terminar con los estereotipos y fomentar los referentes femeninos.
No se trata únicamente de justicia social, sino de la constatación empírica de que una digitalización pensada y desarrollada en igualdad por hombres y mujeres será más enriquecedora para todas y para todos.
Un informe del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades y el Ministerio de Igualdad advierte de la importancia de la eliminación de prejuicios o estereotipos sobre el desarrollo de una carrera técnica por parte de una mujer y la posibilidad de que ésta alcance un puesto directivo y lidere el área digital de una compañía.
Este informe recuerda que a pesar de no existir ningún motivo objetivo por el que una mujer no pueda dedicarse profesionalmente al ámbito digital, todavía persiste la idea errónea de que se trata de un mundo de hombres. Es necesario continuar luchando por eliminar ese prejuicio de nuestra sociedad, de forma que las niñas vean la tecnología digital como una oportunidad más de desarrollar su futuro profesional y de llegar a lo más alto.
La denominada 4ª Revolución Industrial no puede cometer los errores del pasado. De un sector moderno y joven como el digital se espera más en materia de igualdad de género y debemos estar a la altura.
